lunes, 21 de enero de 2013

GO FOR IT, CAMARO (A por ello, Camaro)

No era exactamente una sensación de "Top of the world" o de "Soy el rey de la creación", con esto seguías teniendo los pies en la tierra, no dejabas de tener problemas y dificultades, simolemente tenías mucha más energía para afrontarlos. No indestructible pero si que me sentía menos agobiado, más fuerte, más en forms. Tenía mi vida encarrilada hacia donde yo quería, había salido POR FIN del instituto, y estaba en casa practicando dibujo, buscando curreles, viendo a los amigos, haciendo cosillas... Era tal y como yo quería estar, trabajando para llegar a mis propios objetivos, no los que me marcasen desde fuera; no sé exactamente por que pero esto a la gente ni le gustaba ni les parecía (ni les parece) algo parecido a una ocupación, para ellos llevo medio unos meses sabáticos viviendo a la bartola, pero you know what? Yo sé lo que hago, y ni ahora ni nunca voy a vivir por demostrar, no voy a seguir su ejemplo así que: Sigan persiguiendo sus zanahorias pequeños burritos, ¿quién sabe? Quizás algún dia se caiga el hilo del palito.

La cuestión es que todo iba mejor que nunca, me sentía... feliz al completo... por una vez en mi vida no vivía solo de las semillas que había plantado de pequeño, no sé que o por que había empezado esa sensación, me di cuenta un día sentado en el sofá descansando las lumbares (tengo que ahorrar para esa mesa de dibujo...), y pensando en el dibujo, sin motivo ni razón, aquello atravesó mi mente como una flecha, fué percatarse de algo que lleva un rato ahí, pero que no habías captado, como percibir el dulce canto de una sirena que lleva ya un rato de serenata. Nada me afectaba demasiado, ni la falta de dinero, ni los rencores de la gente, ni siquiera mi fantasma particular, aquella tarde en aquel sofá me di cuenta de que ¡por fin me había dejado en paz! ¡Podía pensarla sin sufrirla! Personalmente fué el momento de euforia que dió inicio a ese humilde sueño... El problema está en que si es un sueño... antes o después despiertas.

Todo seguía su curso hasta hoy. Hoy. Sin motivo ni razón, igual que se vino, hoy me he dado cuenta de que está aquí otra vez. Esta mañana antes de levantarme, envuelto en la cama, he notado como si de un invierno polar se tratase, su frío lentamente me allanaba de nuevo. Ha sido literalmente como si su fantasma me diese por la espalda un abrazo, suave y letal, como el de una planta carnívora. Entonces me he dado cuenta de que en realidad llevaba una semana ya conmigo, siguiéndome impasible, tocándome con la punta de los dedos cada tanto a voluntad, nublando mis días sin que yo siquiera me diese cuenta del origen... Aunque... A pesar de todo... Todavía no estoy vencido. Aun siento algo de calor en mis entrañas, todavía tengo algo de alimento para llevar a este héroe interior hasta el próximo punto de control. Como un Camaro con la reserva viendo las luminarias de una gasolinera en el horizonte de la noche, la presencia de su ausencia me vuelve a frenar, pero hay una última oportunidad más frente a mi en el camino.