viernes, 18 de enero de 2013

¿Tú que crees? (Bonitacorbata)

Este texto lo he escrito con la intención de intentar una serie interactiva, ¿interactiva con quién? Interactiva con vos, ¿interactiva por qué? Porque yo no le voy a escribir final. Dejaré final abierto siempre, escribiré hasta cierto punto, luego pondré un ¿Tú qué crees? Y ahí es cuando entrará en escena el que quiera entrar, enviándome lo que queráis (continuaciones, restricciones a las que ceñirme, requisitos que cumplir...), por donde queráis (e-mail, comentario de entrada, mensaje de tuenti, chat whatsapp...) por la razón que queráis (darle un giro a la historia, ponerlo interesante, ponerme a prueba y putearme...) la historia acabará o bien cuando dejen de llegarme peticiones, o bien cuando consigais hacer que sea incapaz de hacer la historia inviable. En realidad es un "Sigue tú", pero también es un "Stop me if you can", así que ala, come and get me.
SI EL PROYECTO RESULTA DIVERTIDO HARÉ MÁS.

PRÓLOGO

Bonitacorbata ya apenas recuerda aquellos tiempos en los que, de niño, bailaba y cantaba con el pequeño Michael y sus cuatro  hermanos cada vez que salían por la tele. Su favorita era "I want you back",  realizaba la coreografia en sincronia perfecta, siempre y cuando papá no estuviese delante... pero ahora el único que le quería de vuelta era su jefe, en la oficina, y no precisamente por amor... Almenos que nos permitamos la licencia de llamar "Amor al dinero" a la optimización de recursos y materiales que su empresa no tenía problema en recrudecer a cuanto más posible. Tanto era así, que el pobre Corbata llevaba inconscientemente unos cuantos meses viendo como apuraban su vitalidad y sus horarios como si fuesen los bordes de un folio, saliéndose de estos y escribiendo por toda la mesa en el caso de lo segundo. Se había acostumbrado a vagar como un zombie por el poco mundo que le permitían ver, a las ojeras, al dolor de espalda, al picor de ojos... A la pastilla cada mañana y a la pastilla cada medianoche, era eso o perder el trabajo, porque dada la situación de hoy en día, Corbata sabe que hay mas trajes dispuestos a ocupar su lugar y jefes dispuestos a renovar armario lo más rápido posible; casi le daba la sensación de estar en una carrera cronometrada entre el trabajo y la muerte. Aunque de todas formas, Corbata tampoco deja de ver a nadie por ello, puesto que lo más parecido a amigos que tiene son los compañeros zombie de la oficina, Grapadora y Tienesunclip. Papá y mamá solo se acordarían de él si perdiese el trabajo, y esa es una de las razones de la pastilla de por la mañana. Corbata no tenía un salario alto, pero dado que su vida se resumía a punto A, punto B, y puntos intermedios, apenas hacía más gasto que el de los servicios básicos y la comida que pedía al thailandes de la esquina. Su apartamento no era demasiado grande, pero dado que el uso que le daba al sitio era cama, armario, y cafetera, apenas llegaba a apreciar un atisbo de claustrofobia. Además, lo bueno de vivir al borde de la muerte por desgaste es que el neón del restaurante de la esquina no te molesta para dormir ni un poco. Corbata obviamente no sale con nadie, simplemente se limita a tomar fotos mentales de las variadas secretarias que surten la mesa de al lado del despacho del jefe a lo largo de las semanas. Suelen ser lo más hablado frente a la máquina de agua, con Grapadora y Tienesunclip. Tienesunclip aveces incluso habla una preocupante cantidad de tiempo del tema, Corbata ya le ha pasado el número de su psicólogo. En realidad, Corbata como ya he dicho se había acostumbrado sin darse cuenta a esa vida, lo malo es que no se había llegado a dar cuenta... hasta ahora. Esta tarde Corbata se encontraba acompañando a la fotocopiadora en otra tarde más de fatigoso tedio, cuando sin más aviso previo que el de los reportajes de actualidad de su tele llena de polvo, ha aparecido sobre su mesa un sobrecito con una carta adornado con un "Gracias por sus servicios" escrito a máquina. ¿Qué será ahora del pobre Corbata? Nadie lo sabe... ¿Tú que crees que le pasará?