sábado, 7 de enero de 2012

THAT LONELY STAR IN THE SKY (Esa estrella solitaria en el cielo)

Bueno, el primer texto que subo al blog, esperemos que no sea el último, este texto es de hace bastante tiempo, por el aquel entonces...bueno, ¿Quién no ha sentido al amor imposible golpearle? Ahí os lo dejo, bon appetit.
NOTA: la conversación que aparece es una reconstrucción, no es del todo exacta.

+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++


A decir verdad, quitando la incalculable pérdida de música, de información y sobretodo de vosotros, estimados lectores, estimados amigos y amigas, me alegro de la muerte de mi ordenador, estoy escribiendo a mano y me gusta muchísimo más que ir directamente a WORD, lo siento un tanto más... cálido quizás, aun teniendo una velocidad mucho más baja de redacción, produzco mucho más; el último texto que habéis leído es solo la mitad de la mitad de la mitad de lo que he escrito en dos días: es increíble (la verdad es que no sé mucho como partirlos, del folio al tablón es raro). Me reporta mucho más entretenimiento el bolígrafo que el teclado, prefiero escribir a mano…
Y así lo hago ahora, a las 5:31 a.m. en el balcón de casa, mirando y admirando… ¿El qué? TODO, el cielo, la ciudad, el progresivo azulado de la casa, a mi mismo… No puedo dormir, y todo por la estúpida estrella…


Eran alrededor de las cuatro me parece recordar, verano, no hay instituto, igual que siempre no tiene ni idea de cuanto la amo… Estábamos teniendo una de esas maravillosas conversaciones que van de 2 a 6 y pico de la madrugada que hacían que el cansancio no existiese y que todo lo demás perdiese notablemente importancia, sabía que me gritarían cuando se despertasen y que empezarían con todo ese rollo de "está loco..." o alomejor optaban por algo un poco más "niño tonto este...", pero daba igual, era el precio a pagar por compartir mis minutos con ella justo antes de los anaranjados matices de un nuevo amanecer, y me parecía una puñeteramente ridícula ganga.


+“oye, asomate al balcon i veras que ai una estrella en el cielo :)”
-“voy d:”
+“=3”
-“la veo”
+“ps ke sepas ke esa es mi estrella u.u”
-“no me digas xD primera noticia”
-“smpre stá en verano, solo esa, kasi todas las noxes, la veo smpre ai brillando sola
m ncanta”
+“no me había dao cuenta nunca”
-“ps ya lo sabes u.u kada vez ke veas esa estrella acuerdate de mi =D”
+“no necesito ninguna estrella para cordarme de ti :)”
-“:b (L)”


Esa noche volvimos a ver el amanecer juntos, ella en su casa y yo en la mía, pero estábamos juntos, acostados el uno al lado del otro en otro plano, mirando al cielo.
Me distraen de mi nostalgia romanticista los gorriones que viven a lo largo de mi calle, anidan en los árboles del parque y en los recovecos del cableado eléctrico de los bajos, se despiertan y empiezan a gritar y a parlotear a coros, volando apenas a 2m. de mi cara en el balcón, realizando piruetas imposibles, picados, giros, loopings incluso, es maravilloso ver las acrobacias que realizan para después volver al nido entre cables, y así constantemente, cortando el aire bajo las farolas… farolas implacables, el ayuntamiento es consciente de que sitio es este, de los seres que buscan la oscuridad, y de lo que ocurre cuando la encuentran, y por ello toda la calle se ve amarilla, una iluminación perfecta, sin huecos, manchando la noche permitiendo deambular a borrachos sabiendo donde ponen los pies, haciendo que en realidad el chaleco reflectante de ese chico negro que pasa en bici a las 6 por aquí, sea una mera legalidad, me pregunto hacia donde irá, lo veo absolutamente todos los días, incluso hoy Sábado, a veces lo veo con dos amigos de tez oscura también, llevan mochila, siempre, y siempre ríen, supongo que irán a trabajar, felices de poder trabajar, mucho más consecuentes que la mayoría, que aunque con mayor desgana, también rueda hacia su puesto, veo cada vez más coches... vivir al lado de una avenida que da a un puente que corta con una carretera de doble carril en ambos sentidos te proporciona un perfecto asiento para ver como las hormiguitas parten al trabajo inexorables, la verdad, me encanta la naturaleza, pero soy un urbanita al fin y al cabo: no me duermo si no oigo coches ir y venir, me encanta recorrer las calles de madrugada y me parece en cierto modo precioso ver como se enciende el mecanismo, como se mueven los engranajes de forma perfecta, cada diente  de cada engranaje encaja con cada diente de forma matemática, por y para el hormiguero… ¿No somos acaso solo eso? Un inmenso hormiguero iluminado hasta los topes en mitad de la noche, bajo la atenta mirada de una singular y preciosa estrella… Esté donde esté… Sabe donde estoy yo, que estoy mirando esa estrella… Y yo sé que sea desde donde sea… ella también la está mirando.


Gracias por leer, seguid el blog y comentad el texto de forma constructiva.